Hace más de dos décadas, el mundo entero presenció un evento que dejó una profunda cicatriz en la historia: los atentados del 11 de septiembre de 2001. Ese fatídico día, 19 terroristas de Al-Qaeda secuestraron cuatro aviones comerciales y llevaron a cabo una serie de ataques devastadores en suelo estadounidense.
Dos de los aviones, el vuelo American Airlines 11 y el vuelo United Airlines 175, se estrellaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, causando la caída de ambos rascacielos en un horroroso espectáculo que dejó miles de víctimas y conmocionó al mundo. Otro avión, el vuelo American Airlines 77, impactó contra el Pentágono en Washington, D.C., mientras que el cuarto avión, el vuelo United Airlines 93, se estrelló en Pensilvania después de que los valientes pasajeros intentaran retomar el control.
Estos ataques dejaron un saldo de alrededor de 3,000 fallecidos y un profundo dolor en los corazones de millones. Pero también desencadenaron una serie de acontecimientos que transformaron la política global.
El 11 de septiembre también tuvo un impacto duradero en la psicología colectiva. La seguridad en los viajes aéreos se intensificó, se reforzaron las medidas de vigilancia y se produjo un cambio en la percepción de la seguridad nacional y el riesgo terrorista en todo el mundo.
Hoy, recordamos el 11 de septiembre como un día de conmemoración y reflexión. Demostremos nuestro apoyo y reconocimiento a los afectados por los trágicos eventos del 11 de septiembre.