¿Por qué Estados Unidos no celebra el Día del Trabajador en mayo?

El 1 de mayo es conocido en todo el mundo como el Día Internacional del Trabajo, una fecha que celebra los logros y la lucha de los trabajadores por sus derechos y condiciones laborales justas. Sin embargo, en los Estados Unidos, esta fecha no es oficialmente reconocida como el Día del Trabajador, y la historia detrás de esto es muy interesante.

En los Estados Unidos, el Día del Trabajador se celebra el primer lunes de septiembre. Esta fecha se estableció como un día feriado nacional en 1894, después de una serie de huelgas y manifestaciones de trabajadores que pedían mejores condiciones laborales y la reducción de las horas de trabajo. La ley que estableció el Día del Trabajador en septiembre fue aprobada como una forma de apaciguar a los trabajadores y reconocer su contribución a la economía del país.

Pero, ¿por qué los Estados Unidos no celebran el Día Internacional del Trabajo el 1 de mayo, como la mayoría de los países del mundo?

La respuesta a esta pregunta se remonta a finales del siglo XIX, cuando los trabajadores de todo el mundo comenzaron a luchar por sus derechos y condiciones laborales justas. En 1889, la Segunda Internacional, una organización internacional de partidos socialistas y trabajadores, declaró el 1 de mayo como el Día Internacional del Trabajo en honor a las huelgas y manifestaciones que se llevaron a cabo en Chicago en 1886, en las que los trabajadores exigían una jornada laboral de ocho horas.

En los Estados Unidos, la fecha del 1 de mayo estaba asociada con la huelga de Haymarket de 1886, que se convirtió en un evento violento que dejó varios muertos y heridos. La imagen de la huelga de Haymarket como un evento violento y anarquista se utilizó para desacreditar el movimiento laboral y la lucha por los derechos de los trabajadores en los Estados Unidos.

El 1 de mayo no se celebra oficialmente como el Día del Trabajador en los Estados Unidos debido a la asociación histórica de la fecha con dicha huelga y la percepción negativa del movimiento laboral que se derivó de ese evento.